MAJESTUOSO CENTRO CULTURAL DEL BICENTENARIO - SANTIAGO DEL ESTERO CAPITAL


Fue inaugurado este nuevo espacio para el arte, la ciencia y la cultura que tuvo como visitante de lujo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y a todo su gabinete en la noche inaugural.

Cristina: “Esta obra es un símbolo de lo que podemos construir, cuando trabajamos en conjunto”. La presencia de la presidenta Cristina Kirchner en Santiago del Estero para acompañar al gobernador Gerardo Zamora en la inauguración del Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero, y luego al pueblo santiagueño, en la vigilia y la fiesta de cumpleaños 457 de la ciudad capital, convirtieron en histórica a la jornada.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner felicitó anoche al gobernador Gerardo Zamora por la obra del Centro Cultural del Bicentenario que se inauguró con su presencia y rescató que simboliza no sólo la historia de Santiago del Estero sino la de todo el país.

Destacó que la obra “en realidad contiene la cultura de los orígenes de la Nación Argentina y me parece muy importante rescatar nuestra historia para entender y comprender este proceso que lleva 200 años de duración pero que comenzó mucho tiempo antes aquí en Santiago del Estero”.

La primera mandataria recordó que la primera exportación con valor agregado salió de esta provincia, hacia el 1587. Y destacó que ello fue posible por la evangelización que se hizo en el continente americano y que permitió el agregado de valor a las materias primas locales.


En el acto del Centro Cultural se emocionó profundamente

Zamora contó que a nivel personal, fue muy importante que se haya realizado el Centro Cultural del Bicentenario, y que la satisfacción de saber que sería aprovechado por la gente de Santiago, por los niños de las escuelas y del interior, lo emocionaron durante su discurso en el acto, el pasado 24 junto a la Presidenta, al punto que casi se puso a llorar. “
El centro va a permitir que la gente de Santiago, los alumnos, los chicos de los colegios, los chicos del interior vean nuestra historia, nuestras artes y todo lo que significa el Museo Antropológico, con una serie de presentaciones al nivel del que lo podría ver un chico de Buenos Aires. Eso me llenó de satisfacción, cuando estaba leyendo el discurso, casi lloré. Pensaba en todo eso. Me emocionó, porque uno no piensa en lo que ha hecho, sino en lo que va a venir”, confesó. Dijo que si bien no es la obra más cara, ni tampoco la más importante, es la que más quiere. Contó que la obra tiene muchas anécdotas, y recordó que a los seis meses de su primera gestión, “la fundación Cultural me entregó la idea pagada por ellos, estuve con el Dr. (Néstor) Ick, que había entregado el proyecto a gestiones anteriores: traer los museos Histórico y el de Bellas artes, con salida por Pellegrini. Era un lindo proyecto, pero terminamos en un proyecto más ambicioso”.


Fotos: Diario Liberal, Diario Panorama y www.LasTermasDeRioHondo.com



















Los visitantes pueden hacer un viaje a los años en los que se gestó la Nación, épocas revolucionarias, en las que Santiago también jugó un rol trascendental, a pesar de que las noticias tardaban mucho en llegar a estas tierras. Y es que, en uno de los sectores del nuevo Centro Cultural del Bicentenario, se puede realizar un paseo a los tiempos de la Revolución de Mayo, e incluso, ingresar a una de las postas revolucionarias que fueron en el pasado el refugio de los ejércitos, luego de cada batalla.
El recuerdo de los próceres santiagueños pueden apreciarse en cada rincón del recorrido, así como también de todos los que formaron parte de la sociedad de 1810. En una especie de túnel del tiempo, el atractivo más visitado por santiagueños y turistas es la réplica de una posta revolucionaria, a simple vista un tradicional rancho de la época, con paredes de barro y una estructura sostenida en troncos, en cuyo interior puede observarse un catre y dos baúles de cuero y madera, que servía de muebles para los inquilinos.
En la pared, una enorme cruz de hierro que, según indica el letrero, pertenecía a la antigua capilla de Salavina, en el interior de la provincia. Estas postas sirvieron no sólo para reposo y descanso de los ejércitos, sino también constituyeron un punto neurálgico de espionaje de la información revolucionaria. Otro de los lugares históricos por excelencia es la sala capitular que se encuentra en el Centro Cultural.
El lugar está ambientado en la reunión realizada el 29 de junio de 1810, día en que se firmó el acta de adhesión al nuevo gobierno, tras un retraso en la llegada de las noticias, propio de la época.

El precio de la Revolución

En la sección de platería, se intenta mostrar que Santiago no sólo contribuyó con hombres a la Revolución, sino también con aportes materiales. Nombres como Manuel Taboada, representan en ese sector del Complejo Cultural, a las familias adineradas de la época. De acuerdo con los datos que se exhiben sobre los precios en los tiempos de la Revolución, Juan Francisco Borges pagó para armar y vestir a los Patricios Santiagueños $5.000, lo que equivale en la actualidad a $3.000.000. Además, indican que una mulatilla de 5 años (esclava) costaba $50 de la época, lo que equivalía a 10 vacas y $30.000 actuales. Por su parte, una pensión de un soldado retirado era de $1 de la época, lo que actualmente serían $600.

Fuente: Diario El Liberal



De acuerdo con una leyenda urbana, debajo de la ciudad existen túneles secretos que conectan lugares neurálgicos, que eran utilizados en el siglo XIX por las máximas autoridades, para escapar en situaciones de tensión de la época. En el recientemente inaugurado Centro Cultura del Bicentenario, una de las atracciones más visitadas por santiagueños y turistas es precisamente uno de esos túneles. La placa explicativa reza que “según la tradición oral, conectaban diversos puntos de la ciudad, entre ellos, el cabildo, la casa del gobernador Juan Felipe Ibarra (hoy teatro 25 de Mayo), y la Catedral Basílica”.
Ni bien se ingresa al enigmático túnel acondicionado en el nuevo paseo, puede sentirse el frío de las paredes y el olor a la tierra húmeda, que guarda quizás los secretos más inéditos de la historia santiagueña. Con el techo recubierto de madera, en el recorrido se observan rejas que imitan aquellas que en el pasado vieron pasar a ilustres personalidades, que transitaban el lugar escapando de los problemas, según describe el mito urbano. Y es que de acuerdo con lo que cuenta la historia, estos pasadizos conectaban entre sí lugares vitales o neurálgicos de la ciudad, que eran usados en el siglo XIX por las autoridades para evitar situaciones conflictivas o de tensión. Una de esas personalidades, que utilizaba estos pasadizos era el gobernador Juan Felipe Ibarra, ya que, según se dice, uno de los túneles conectaba su casa (hoy el teatro 25 de Mayo) con otros lugares de la ciudad y así escapar en los momentos críticos.
A pesar de los años, la leyenda continúa vigente en la memoria del pueblo, como parte de los enigmas de la historia. Será por ello, que los túneles que hoy forman parte del nuevo Centro Cultural del Bicentenario, constituyen el paseo más visitado por santiagueños y turistas, y solamente ayer, más de 5.000 personas ingresaron al estrecho corredor para conocer su intimidad. En un recorrido por sus pasillos, podía escucharse a las personas comentar que se trata “de un encuentro con los orígenes de la Nación argentina”.

Fuente: Diario El Liberal













 


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