CONGRESO LA GANADERIA TIENE UN NORTE
LAS TERMAS DE RIO HONDO - SANTIAGO DEL ESTERO - ARGENTINA
Esta zona, hoy con 6,87 millones de vientres, está en condiciones
de albergar al 50% del rodeo vacuno argentino con planteos altamente
productivos, rentables y, al mismo tiempo, sustentables
TERMAS DE RIO HONDO, Santiago del Estero.- Soplan vientos de cambios
en el Norte y sacuden, con fuerza, a la ganadería. Algo importante
está pasando con la actividad en una zona que sorprende por su diversidad,
ya sea con montes espesos en unos lugares o paisajes de extensos
pastizales naturales en otros, por su potencial productivo y hasta
por las estrategias que los ganaderos hilvanan para que la región
despegue. Hoy una zona que tiene el 30 por ciento del rodeo nacional
vacuno (sobre 55 millones de cabezas), el 33% de los vientres y
el 24% de la invernada, el Norte está llamado a jugar, para muchos,
un papel clave en la producción de carne en los próximos años, quizá
con un peso mayor que ser, como hasta ahora, la segunda zona pecuaria,
detrás de la pampa húmeda. No hay por aquí un criterio único respecto
de cuánto más es capaz de crecer la ganadería del Norte y ni siquiera
si tiene un techo. Pero hay quienes dicen que esta zona puede llegar
a albergar el 50 por ciento del rodeo argentino, mientras que otros
señalan que la región, que posee unos 6,87 millones de vacas, tiene
potencial para contabilizar la misma cantidad de vientres que existe
a nivel país, es decir, unos 21 millones de hembras. En el medio
circulan proyecciones de que el nordeste argentino (NEA) y el noroeste
(NOA) tienen potencial para volcar alrededor de 28 millones de hectáreas
más a las actuales para el desarrollo de la actividad. Se ve a muchos
ganaderos de aquí queriendo crecer y a otros tantos de otras zonas,
desde donde las vacas son corridas por la agricultura, arribando
con proyectos de inversiones. "El futuro del crecimiento [para la
actividad] está en el Norte", dijo Fernando Canosa, coordinador
de la Comisión de Ganadería de la Asociación Argentina de Consorcios
Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), entidad que entre
el martes pasado y anteayer realizó en esta ciudad el Congreso Ganadero
del Norte Argentino, que contó con la participación de 1000 personas,
entre productores y técnicos.
¿Por qué el futuro puede estar aquí? En primer lugar existe un amplio
margen para mejorar los bajos índices reproductivos: hoy el porcentaje
de destete en toda esta macrorregión ronda el 50% (hay subzonas
con más), lo cual significa que hacen falta dos vacas para producir
un ternero. Aquí hay al menos 10 provincias que tienen de una u
otra forma planes o programas que apuntan al desarrollo de la ganadería,
en su mayoría partiendo de corregir deficiencias (hay 3,5 millones
de vacas que no producen un ternero por año). Santiago del Estero,
que posee 1,3 millones de cabezas y un potencial para triplicar
esa cifra, ya otorgó a través de su plan ganadero 12 millones de
pesos para la compra de vientres y toros. Si el Norte tuviera un
70% de destete, que se cree factible alcanzar con capacitación,
cargas más altas con mayor oferta forrajera, mejor infraestructura
y adelanto de la edad de entore de las vaquillonas, entre otras
cosas, la producción de terneros del Norte, de 3,3 millones de animales,
podría aumentar en 1,4 millones de cabezas. Otro dato: de necesitar
en un monte 15/20 hectáreas para una vaca, con pasturas implantadas
ya hay muchos planteos que en una hectárea reciben una vaca, en
promedio. Lo atractivo de la ganadería aquí es que se realiza fundamentalmente
en zonas donde no compite con la agricultura. Productiva y sustentable
Si hay algo que quedó en claro en el congreso es que los planteos
ganaderos de la región tienen que crecer con altas producciones
de carne (hoy existe una gran variabilidad en una misma subzona,
ya sea 50, 100 o 150 kilos de carne por hectárea, por ejemplo),
ser rentables y, a la vez, llevados adelante en un marco de plena
sustentabilidad en relación con el medio ambiente y el contexto
social.
"Es un desafío que el desarrollo sea sostenible en el tiempo", dijo
Germán Weiss, presidente de Aacrea. En rigor, la tríada alta producción-rentabilidad-ambiente
estuvo presente como uno de los ejes centrales del encuentro. Ahora
bien, ¿es posible una ganadería que logre reunir los tres factores?
Esto es, justo en una zona donde el debate por la habilitación de
tierras provenientes del monte es importante. "El modelo ganadero
tiene que ir hacia la sustentabilidad, habilitando tierras con responsabilidad
y a una escala apropiada", comentó Carlos Kunst, técnico del Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Santiago del Estero.
Acá se habló mucho de trabajar racionalmente, pero no de dejar de
desmontar. Hoy hay provincias del Norte que contemplan en sus legislaciones
proteger un determinado porcentaje de la vegetación original, hacer
estudios de impacto ambiental y hasta audiencias públicas para conocer
diferentes opiniones, como es el caso de Salta. Según Kunst, si
con el desarrollo de un planteo ganadero se busca aumentar la receptividad
de los campos, no es necesario realizar "intervenciones" de alta
intensidad sobre el ambiente. De una u otra manera las intervenciones
importantes sobre el ambiente pueden afectar factores clave para
la producción, sobre todo en zonas áridas-subhúmedas. "Hay que hacer
un manejo responsable", insistió el especialista del INTA, al tiempo
que agregó: "El desmonte más adecuado es el rolado o desbarejado,
dejando la mayor cantidad de árboles posible; se aporta materia
orgánica, sombra y control de la erosión".
Por su parte, Carlos Stoppa, presidente del Congreso Ganadero del
Norte Argentino y miembro del CREA Semiárido Norte subrayó: "No
me imagino toda una pradera de gatton panic desde Córdoba a Paraguay.
Hay que hacer un manejo amigable [del monte]; puedo intervenir pero
de una manera que se mantenga la sustentabilidad". La carga animal
Claro que no sólo debe haber un manejo sustentable respecto del
ambiente, sino también con las cargas (balanceando el pasto con
la demanda animal), el no sobrepastoreo y con no dejar el suelo
desnudo. "La alta producción es compatible con la política ambiental",
expresó Jorge Adámoli, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas
y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Para el especialista,
que instó a las empresas a tener una política ambiental seria y
creíble, lo importante para desarrollar áreas es que haya un ordenamiento
territorial previo. En tanto, Alberto Jacquet, técnico del INTA
Las Breñas, indicó: "Tenemos que pensar que lo que hagamos hoy lo
podamos hacer dentro de 15 años". Así como la relación producción-ambiente
cruzó parte del congreso, otro tanto sucedió con las cosas que deben
cobrar más relevancia en las empresas ganaderas, sobre todo en las
de cría. Por citar un ejemplo, a los pilares básicos de la actividad
(nutrición, sanidad, manejo y genética), Eduardo Ortiz, asesor del
CREA Batel (zona litoral Norte), sumó la gestión de procesos, lo
cual significa generar conocimientos y usar planes para estabilizar
resultados físicos y económicos. Es decir, cuestiones que hay que
desarrollar más que comprar. "Si uno tiene una buena genética pero
no hay una gestión de procesos, no se puede ir demasiado lejos",
dijo. En el congreso hubo espacio para otros temas, como la capacitación
del personal y la integración con otras actividades. "Hay una oportunidad
para la ganadería ligada a la agricultura", enfatizó Belisario Alvarez
de Toledo, coordinador general de Aacrea. Si bien se habló mucho
del potencial ganadero en el Norte, en los pasillos del congreso
no faltaron quienes advirtieron que el mejor desarrollo se vería
frenado si el Gobierno interviniera en el sector como ya lo hizo
cuando prohibió las exportaciones cárnicas. Por FernandoBertello
Enviado especial Tecnología para cubrir áreas desaprovechadas
TERMAS DE RIO HONDO, Santiago del Estero (De un enviado especial).-
Como sucede en otras regiones, en el Norte existe una importante
superficie ganadera mal aprovechada que podría utilizarse con el
fin de incrementar el stock vacuno y así obtener más kilos. Fabián
Tommasone, asesor privado que trabaja con la tecnología del rejuvenecimiento
y la reformulación del tapiz (se busca que especies nativas y otras
implantadas se incorporen y reemplacen espacios que dejan libres
las malezas que pasan a ser controladas), presentó diferentes opciones
tecnológicas para diversas regiones y ambientes con el fin de aumentar
el potencial productivo. A continuación, una síntesis de esas alternativas:
Montes bajos invadidos por malezas arbustivas que condicionan la
producción de carne (50/70 kilos) en el norte de Santa Fe, Entre
Ríos y el sur del Chaco y de Corrientes. Según el técnico, en estas
regiones la siembra directa permitió no sólo triplicar la producción
de carne por hectárea sino tener "verdaderos campos de engorde"
al erradicarse o reducirse especies indeseables. Malezales de Corrientes
donde la producción es baja (20/40 kilos) y se recurre a frecuentes
quemas para lograr esas producciones. Según Tommasone, en esos ambientes
con sistematización y drenaje para la salida de agua, además de
subdivisión y siembra de pasturas, se ha logrado un fuerte incremento
de la producción (de 150 a 200 kilos). Pajonales de Formosa, Corrientes
y el Chaco, con producciones que no superan los 30 kilos. Aquí,
con la tecnología del rejuvenecimiento se reemplazaron pajas por
especies nativas de alto valor forrajero, como las gramíneas de
agua (Leersia, Luziola, entre otras). Campos invadidos por el espartillo
en el norte de Santa Fe y parte de Córdoba. Para Tommasone, estos
sitios pueden cambiar con la sistematización y el drenaje para regular
la salida de agua, la combinación de labranzas y herbicidas para
sembrar praderas y el manejo del forraje en pastoreo rotativo. "Todo
ello permite lograr aumentos de producción que duplican o triplican
la producción actual", destacó el especialista.
Fuente: www.LaNacion.com
Fotos: www.LasTermasDeRioHondo.com
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